Programa Geoglifos de Baja California
Responsable: Francisco Hernández Zamora -artista multidisciplinario-.
martes, 12 de mayo de 2009
Geoglifos de Baja California
Geoglifos de Baja California. Programa de arte de la Tierra de participación Cominutaria-Infantil. Por la Cultura de Paz y No Violencia.
(Diseño: FHZ. 1995)
Geoglifo de la Unidad.: "El Arte es una aventura del espítiru".
Bahía Concepción, Mulegé, B. C. Sur. 1997
Geoglifo de la Ballena Kuyimá
en Google Maps
lunes, 11 de mayo de 2009
Crítica
Alberto Hijar, 2002, CENIDIAP, INBA. Mex. D. F.
Fernando Sánchez, 2001,
Cora Patricia Valencia Mayoral, 1992, Ensenada, Baja California.
Soraya Valencia, 1996, Ensenada, Baja California.
INGLES: Raúl C. Álvarez. 2001, Montreal, Canada.
ARTE EN EL DESIERTO
Dos puntos de partida: la tradición de las pinturas y los grabados rupestres y la adopción de una escala monumental imposible de pasar desapercibida en el espacioso desierto de Baja California. De la articulación de ambas determinaciones, resulta el programa Geoglifos de Baja California -arte de
Geoglifos –dibujos en la tierra- es el nombre clave en arte de
Contornos lineales de
KUYIMÁ
Revista inDIGO
Los caminos de
Así es Francisco Hernández Zamora, un artista cuyo principal proyecto es, nada más, convertir a
A pesar de que su formación académica comienza con
Sus primeros acercamientos al arte son familiares, de donde seguramente también nace esa conciencia de responsabilidad social del artista; no sólo con su trabajo como artista visual sino con sus ensayos que pretenden encontrar el vínculo que conecte al arte con la vida cotidiana del hombre más común. De esta manera, él no está sentado esperando recibir, sino caminando y buscando cómo dar; no en la posición del mártir sino que es, al mismo tiempo, aprendiz de la vida y maestro de los vivos.
Su proyecto más reciente, y probablemente el más vistoso, se llamo KUYIMÁ, Es un dibujo monumental de más de medio kilómetro de largo, delineado con una franja, actualmente de cuatro metros pero proyectada a ocho, de restos de almeja que los pescadores han dejado a las orillas de la planicie que forma
Con la participación de la gente local, principalmente niños, y financiamientos privados y gubernamentales, este proyecto está a poco tiempo de finalizarse y todos los habitantes del Estado debemos estar atentos para ese momento. Además, todavía existe la posibilidad de participar junto con Francisco y bajo su dirección, en la realización de los últimos detalles de la obra.
Para obtener información completa sobre este y otros proyectos de Francisco pueden consultar su página en internet que por lo pronto se encuentra bajo el auspicio de BAJA NET y dentro de la página: www.laesquinadelarte.com bajo el subtítulo "geoglifos" (N. del E.: Descontinuada)
2001,
Crítica de obra anterior en B. C.
UNA RUPESTRICIDAD
CONTEMPORÁNEA
Para comprender el desierto, hay que vivirlo y estar en él, como un elemento más. En esa soledad poblada de imágenes y espejismos de su alma, el hombre, en su afán de encontrarse, ha encontrado a Dios.
Para vivenciarlo fuera del tiempo, en el instante de la creación, se requiere del ejercicio espiritual más elemental: caminar y ser aprendiz en medio de la nada; con la soledad y el silencio como alimentos para impregnarse de la "luz más pura y la obscuridad más profunda " del espíritu del desierto, como rezan las "Historias del Koakjentil ".
Esto fue lo que Francisco hizo, en el desierto de Vizcaíno en Baja California.
Hoy, su obra, en distintas disciplinas y técnicas (fotografía, dibujo, pintura, escultura, arte-objeto, libro-objeto, arte-instalación, performance, video, land-art, etc.), nos invita a seguir su ruta, a penetrar en su espacio mental, su propia cueva mental como él lo llama.
Creación, producto de un sincretismo personal tardío, entre lo autóctono y lo mestizo, del bagaje colectivo y la aportación individual, entre lo antiguo y lo actual, lo real y lo posible en la historia.
Una muestra de rupetricidad contemporánea, que para Francisco representa la búsqueda de la esencia arquetípica en el mito antiguos, que perdura para manifestar su vigencia vigorosa y necesaria.
Exposición, donde no sólo podemos apreciar la dualidad del rojo y negro obsesiva en sus maestros antiguos, sino también la del día y la noche (V gr. Maijañuí Codex, 1991), mediante efectos fosforescentes, que al impacto de la luz negra, nos traslada a un sendero poblado de ¨designios mágicos en los cielos del venado" imágenes arquetípicas del alma, en el vasto desierto universal del cosmos.
Cora Patricia Valencia Mayoral.
Ensenada, B. C., abril de 1992.
(Texto de presentación de la exposición
Maijañuí Codex: Una rupestricidad personal contemporánea, 1992)
FRANCISCO HERNÁNDEZ ZAMORA
El universo plástico de Hernández Zamora, tiene por pre-texto la oferta cultural del arte primitivo de B.C. En la evolución de su estilo personal se expresa este sustrato.
Su obra se inscribe en una de las estéticas de las últimas décadas del siglo XX, donde la evidencia de las fuentes es intencional, cuestionando el viejo problema de la originalidad del arte y del artista. A partir de ella, no sólo se actualizan otros discursos plásticos, sino se crea la obra personal.
En la obra de Francisco existe un permanente cuestionamiento de la relación entre técnica y materia, y de estas con la idea plástica y el concepto que posibilita expresiones formales infinitas. Esto explica su incursión experimental en diversas áreas del quehacer artístico y su interés en la producción interdisciplinaria .
En su obra todo muestra la actitud de retraducir la herencia pictórica y mítica inscrita en las cuevas, para lograr el manejo de un código propio, donde la iconografía rupestre, por ejemplo, representa símbolos alquímicos del alma, con ello, su obra nos habla del carácter supratemporal del arte y del mismo espíritu humano y nos propone diferentes modos de asumir el arte, desde el mero goce estético, al objetivo más práctico. Sintetizando todo esto en su concepción del arte como un eje del desarrollo social.
Ensenadense por inculturación su obra está incardinada en los valores regionales que expresan los universales.
Soraya Valencia Mayoral.
Texto del Catálogo: 30 artistas plásticos de Baja California
Crítica en Ingles
By Raúl C. Álvarez.
2001, Montreal, Canada
There is a man, an artist whose canvas is the land. A beautiful land that he says "…it is next to paradise". It is an arid zone, with golden sand, a clear blue sky, under the extreme heat. Baja California, a dry peninsula surrounded by sea. It is there where ancient peoples painted in the stone walls more than 5,000 years ago, the expression of their art.
It is there too where --partially inspired by these ancient cave paintings--, Francisco Gerardo Hernández Zamora uses the land as the canvas for his huge creations called "GEOGLIFOS", writing on the earth; painting the face of the earth... literally.
Over one thousand kilometers south of the US-Mexico border, in the middle of the peninsula, state of Baja California Sur, next to the San Ignacio Lagoon, the artist drew on the land a sketch of huge proportions --
The "Laguna San Ignacio" is one of four gray whale breeding sites where they arrive at the end of their winter migration from the Alaskan and Canadian shores. Until recently an endangered species, the gray whales’ population has grown to as many as that at the end of the XIX century, when the species began to decrease due to over hunting. This growth has been achieved after the strong measures taken for decades to protect the species.
The monumental project represents --among many other ideas— "…an homage to the gray whale for surviving to the human species, and an homage to the later for learning to respect the other" says Francisco Hernández. The homage extends to the "Almeja Catarina", a clam species which has also been overexploited in the shores of the Lagoon and is one of many other endangered species of the region. This is a symbol, a reminder of what can happen to many other species from the lagoon and ultimately, from any other ecosystem in the earth.
But Francisco’s work was not of an artist alone. It was the collective of the community of San Ignacio, a community of fishermen where people work also in the ecotourism industry for whale watching. It was the work of many children too who particiapted in the project, and of the friends that came to help and participate from other places from the peninsula and beyond. They all shared the experience of creating a monumental message to the world, a message about respecting the land where we all live, about the need of a respectful relationship with the environment, and about promoting alternative technologies for socio-economic and cultural development. All this summarized in his personal thesis of the art like an axis of social development.
The magnitude of this work of art made the community proud of themselves and resulted in an impressive awareness of their power of creation as a collective: "…any social task that wants to be pursued, independently of its size, is doable if there is will, compromise, effort and collective creativity to make it happen." The soul of any community is mighty and this desert is a good place to make it flourish.
And certainly Francisco made it flourish. In March 21st., 2002, after 3 years of intense work, Hernández Zamora, together with the community of San Ignacio, will officially inaugurate the "Geoglifo de
But "Kuyimá" is not the beginning, and certainly not the end of the story. This is a sequel of Francisco’s first project, the "Geoglifo de
After Kuyimá following is another ambitious project, with an even more ambitious and significant message: the "Geoglifo de
Referencias de Prensa
La Jornada Virtu@l/2001/01/11
JUEVES 11 ENERO/2001
Hernández Zamora crea geoglifos
MERRY MAC MASTERS http://www.jornada.unam.mx/2001/01/11/04an3cul.html
Según Hernández Zamora, el mamífero marino de Kuyimá representa el alma de esa comunidad. Tiene que ver, apunta, con el respeto y el manejo correcto de los recursos naturales. Hoy día la ballena goza de una protección que le rinde beneficios al ser humano en ecoturismo y otros servicios. Entre los recursos sobrexplotados está la almeja cantarina en los años ochenta, molusco del que se requieren 10 mil toneladas para obtener mil toneladas de callo.
Es la concha de dicha almeja lo que el artista utiliza para la línea de dibujo de la ballena cuya longitud es de cuatro kilómetros y medio y el ancho de 4.5 m (con encalado salpicado). En total el trazo mide 600 m de largo por 350 de ancho. Si en el primer geoglifo participaron 50 personas, ahora son casi 600, entre habitantes del lugar y turistas.
A partir del día 19, Hernández Zamora impartirá un ciclo de conferencias en La Paz, BCS, donde el proyecto ha tenido buena aceptación, al grado de que en esta ciudad se hará un tercer geoglifo.
(Para difundir su trabajo, Francisco Hernández Zamora presentará una muestra fotográfica, acompañada de una conferencia audiovisual y video, hoy, a las 19:00 horas, en lo que pronto será la Fundación José Hernández Delgadillo, en Belisario Domínguezz 18, colonia Del Carmen, Coyoacán. La exposición culminará el sábado 13.)
La Jornada Virtu@l/2002/09/15
www.jornada.unam.mx/2002/09/15/05an1cul.php?origen=cultura.html
Sobre tierras de Baja California tendrá 777 metros de largo y 338 de ancho, explica el artista
MERRY MAC MASTERS
Como parte del programa de Land art (arte de la tierra) llamado Geoglifos de Baja California, que hace siete años comenzó el artista visual Francisco Hernández Zamora (ciudad de México, 1958), se está en proceso de iniciar un proyecto que no estaba previsto en los cuatro diseños originales. Se trata de Spirocervus (espiral de los venados), dedicado a la paz en el mundo y en México, el cual se hará en La Paz, Baja California.
El largo será de 777 metros y el ancho de 338. En la medida, que es un "ejercicio estético comunitario", se espera la participación de 3 mil personas, principalmente niñas y niños, y para tal fin están en el proceso de establecer contacto con las escuelas de primaria, secundaria, preparatoria, universidad y normal superior de la región.
Hernández Zamora explica que entre 1989 y 1991 hizo una serie de diseños de constelaciones imaginarias, propias de las bóvedas celestes de Baja California, que llamó ''los cielos mágicos del venado". También viene a ser un códice de carácter mitopoyético (creación de mitos), en el que se narra la historia de la muerte y la resurrección del venado. Cada una de las constelaciones representa "una evolución anímica de los venados mágicos" de la región. Spirocervus corresponde a la novena constelación.
El reto más difícil de Geoglifo de la Unidad, inaugurado el 13 de junio de 1997 en Bahía Concepción, Baja California Sur, fue hacerlo. Cuando se hizo Geoglifo de la Ballena Kuyimá, dado a conocer el 21 de marzo de 2000, en Laguna San Ignacio, BCS, ''el grado de producción material fue diez veces mayor, pero ya teníamos credibilidad". A pesar de lo difícil de que la comunidad participara, lo hicieron 585 personas.
Ahora, se ha incorporado un nuevo grado de dificultad: articular la producción local en un contexto internacional.
Hernández Zamora explica: "Con esto queremos invitar a organizaciones no gubernamentales, nacionales e internacionales, a que participan en cuestiones relacionadas con la cultura de la paz, que hagan alguna pequeña maniobra en el terreno pero, sobre todo, que den talleres, conferencias, que lleven los materiales que han elaborado y compartan sus experiencias con la comunidad de La Paz, para que la producción del geoglifo sea un dinamizador social sobre un tema concreto".
El proyecto Spirocervus abarcará por lo menos un par de años. Después el artista irá a Laguna Salada, cercana a Mexicali, para hacer Geoglifo de la Serpiente Maijañuí, y luego a Ensenada para crear Geoglifo de El Atún, cada uno dedicado a aspectos relacionados con la conciencia ecológica, el desarrollo social de las comunidades y hasta con aspectos míticos del espíritu del desierto de Baja California.
Según Hernández Zamora, aunque el resultado del programa es de una galería aérea, donde otras comunidades y artistas participan a fin de incrementarlo, visto en otra escala se vuelve también ''una especie de códice peninsular donde cada uno de los pequeños glifos de alrededor de los 600 metros condensan las historias del proceso cultural de estas comunidades y su relación con el entorno".